Huyendo como siempre de las aglomeraciones, hemos
elegido este año la alternativa del Camino Aragonés que utilizaban los
peregrinos europeos que provenían del
Este, sobre todo italianos, para entrar en España por el puerto de Somport.
Bajaban hasta Jaca y luego giraban al Oeste hacia Navarra para unirse al Camino
Francés en Puente la Reina, continuando su peregrinaje hacia Santiago por este
último camino.
Nosotros hemos "turigrineado"
por unas tierras de paisajes diversos donde contrastan la exuberancia de la
vegetación pirenaica con la rigurosidad de los campos de cereal navarros,
muchos de ellos ya en barbecho tras la siega, conviviendo con un clima
oscilante entre los 12º y los 30º según el momento del día y, por supuesto,
disfrutando del buen yantar que los productos de estos lugares nos brindan.
También hemos tenido el privilegio de
conocer nuevos amigos con los que hemos compartido muchos momentos divertidos y
entrañables que siempre tendremos presentes.
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